Simplemente plántale cara a los problemas, sonríe en cuanto te despiertes, aunque te falte algo; porque no merece la pena estar mal, no vas a cambiar nada...
Persigue tu sueño, lucha por lo que quieres como si supieras que lo vas a conseguir, porque solo así lo llegarás a obtener algún día.
Lo lograré algún día, volveré a sentir esas mariposillas; volveré a sonreír cada instante.
Lucharé por ello, y algún día, al fin y al cabo, gracias a esa lucha el esfuerzo habrá valido la pena.
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