le quiero de verdad

Claudio, que yo entiendo que su mujer esté preocupada, porque está saliendo con un chico que va a todos sitios en su moto, dando bandazos, a doscientos por hora, porque no quiero darme cuenta de lo que pasa alrededor. Pero de repente, aparece alguien que te dice que tranquilo, que aflojes, y cuando aflojas, te das cuenta de las cosas. Te das cuenta de que en la estantería hay un trofeo de quién bebe más tequila, de que está sonando mi canción favorita, de que hoy es martes y trece, que Rosana, se fugaría contigo ahora mismo, a cualquier parte del planeta. Cosas pequeñas Claudio. Tu hija me enseña a ir despacio y, eso me sienta bien.

Comentarios

Entradas populares de este blog

He tocado fondo, pero estoy cómoda en él

La más perfecta de todas.

princesa..