Acostumbrada a ser la que más se ve pero no la chica perfecta, la que todo el mundo conoce pero no por la que suspiran, no soy la que va detrás pero sí la que tropieza. También soy esa a la que ven como la imposible, aquella que no se deja engañar por nadie y con la que no puedes jugar. No se me ve como un reto, se me ve como un caso perdido. Pero no es así... sólo soy difícil, y fácil a la vez. Eso tampoco significa que no sienta nada. Simplemente busco a aquel que me haga sentir bien. No busco uno que se quede toda la noche despierto si estoy enferma, pero sí alguna llamada, alguna palabra de apoyo. No busco que me diga que dejaría a todo el mundo por mí, pero sí palabras como 'princesa'. No busco que se pegue con medio mundo, quizás sí que busque que me haga sentir protegida. Si lo miras desde mi punto de vista, no es nada del otro mundo lo que yo pido. Aunque, para qué mentir. Todo eso sólo son complementos. Lo único que verdaderamente busco... es que me quiera, que no busque algo que en mí no va a encontrar. 

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